miércoles, 2 de noviembre de 2016

Aprender es violento.

Esa frase la oí de un desconocido y hasta hoy no dejaba de hacerme eco. Por lo que traté de ubicarla en todos los contextos posibles; recuerdo, que hablaba sobre las marchas de mujeres que han ocurrido en varios puntos de Latinoamérica estos últimos meses. Hoy, por ejemplo, las mujeres mexicanas salieron pintadas como la catrina para simbolizar la muerte y exponer al ojo público la ola de feminicidios, que en muchos países (y el nuestro incluido) se dan a plena luz del día. Es decir, un hombre hablaba de violencia contra la mujer y reconocía el impacto de tales marchas en el imaginario colectivo. Hasta ese momento, el asunto iba de lo más espectacular, me provocó eso que sentís cuando ves un hombre que empatiza -o al menos dice hacerlo- con las acciones feministas. Algo así como una leve esperanza hacia aquellos que por lo general se enojan cuando una mujer dice FE-MI-NIS-MO. Porque, todavía pervive el mito de que la feminista quiere castrar a diestra y siniestra. Unas malvadillas para tan núbiles criaturas.

Sacando la frase del contexto en que pretendía ser usada, y viéndola desde la intencionalidad o la pura morbo semántica, la frase resulta perversa, porque sugiere que los sujetos deben encontrar en la violencia una forma de hallar respuestas o conocimiento. Reconocer que la violencia es parte de nuestra animalidad y usarla como herramienta epistemológica, si se quiere. Repito, en realidad no sé si la frase inserta en dicha conversación ajena, fuera una forma inocente de decir que la violencia “nos hace humanos” o una invitación a pensar en que, como forma de entender al otro, recapacitáramos en las libertadades que tomamos cuando decidimos agredir, humillar, subestimar, violar, matar a otros y OTRAS.

Me saltaron a la cabeza, todas esas frases que la comunidad ha utilizado para juzgar cuando alguien ha resultado afectado: aprendemos por la mala, aprendemos a golpes, es que solo así entendemos, es que así nos gusta entender las cosas. Es decir, es necesario que nos pase de lo peor para entender cómo funciona el mundo. Todo esto aplicado a las mujeres, se traduciría a esas frases tan frívolas: es que sólo así dejabas de salir sola a la calle, es que sólo así dejas de vestirte provocadora, es que sólo así dejas de hablar sobre eso, es que sólo así podías dejar a ese hombre. Claro, en cuestiones de jueces, todo mundo pide turno para hacerla de balanza.

Tanto se ha discutido en materia de Educación que se necesita romper esos paradigmas de que la escuela es una jaula y el educador un ogro con mazo en mano. Tanto nos han naturalizado la idea de que la violencia es propia de lo que somos, es cierto, es cotidiana, está a la orden del día, en sitios donde no se espera, como la escuela o la casa, es que "la gente tiene conflictos" pero no decimos que el conflicto trae más conflicto, porque de círculos viciosos está compuesta la sociedad. Y las teorías educativas quieren mentes libres, sujetos capaces de convivir, de aprender pacíficamente, ahora, cuando la humanidad ha tocado el culmen de la violencia y el dolor. 


Por eso me niego a aceptar que el aprendizaje debe ser violento. Que las respuestas se hallan en la desgracia de otros, de sacrificar una parte de la población para satisfacción de unos pocos, para seguir madurando mentiras, para que los discursos sean repetidos como oraciones incuestionables. Me niego a justificar la violencia como parte de nuestra animalidad, porque es como decir, que es lo que somos y que hay vivir con ello ¿para qué hablar entonces de derechos humanos y civilización si somos animales? Como que no termina de cuadrar la idea. Esta época que vivimos es particularmente pública, porque nuestras vidas están disponibles en las redes y el internet, pero nos está costando muchísimo establecer comunicación, porque parece que en internet todo sucede y todo está para ser aprobado, pero resulta sorprendente que temas como la violencia contra la mujer y feminismo, causen irritabilidad en estos espacios. Nos falta entender que el asunto es de carácter humano, más allá de purezas ideológicas o fundamentalismos. La violencia contra la mujer no se justifica, no se le busca miradas acogedoras. Se llama a las cosas por su nombre, porque esa una forma de darle existencia a un determinado objeto o fenómeno y en el caso de las mujeres se llama feminicidio. Si aprender debe ser violento que se cierren las escuelas y que todos seamos francotiradores.


lunes, 24 de octubre de 2016

Alfonsina Storni: intuición, quimera y poesía.

La poesía es una conexión asombrosa entre el mundo y la intuición (mi visión particular es ver a la poesía un camino etérico, de infinitas respuestas) por ello encuentro ineludibles relaciones entre lo místico y lo poético. La teoría literaria, siempre nos ofrecerá propuestas sobre la interpretación textual y no son pocas las propuestas para entender cómo el hecho poético es internalizado por quien lee. La intuición, no juega acá solo como un vocablo abstracto, es también para Dámaso Alonso, su tesis principal para argumentar que la interpretación poética atraviesa dos etapas: la del autor y la del lector. En ambas existe lo lúdico, la expectativa, las conjeturas necesarias para lograr la delectación, el goce estético, la satisfacción, la internalización de un texto. Hacer nuestro lo leído, bajo nuestras propias reglas, nuestros propios mundos.

La intuición es entonces, necesaria para enfrentarnos a la poesía. Mi poeta preferida por muchísimas razones, que no es necesario detallarlas acá, es y será la argentina Alfonsina Storni. Cada relectura es una revisión a lo dicho, a lo imposible. Una invitación a la Magia, por eso cada que la leo, digo que debo asumir la Magia interna que lleva el ser: Magia entendida como la capacidad de reinvención, de indagar respuestas a veces obvias, a veces ocultas, todo eso que no nos revela a veces, el entendimiento sobrio y mustio. Hace falta quizá, asumir la Magia poética. Porque sino ¿qué sería de la literatura sin su ficción? ¿sin sus mundos no concretos? ¿sin su lenguaje propio? lejano a la referencialidad definida; serían simples enunciados declarativos, sin la mínima brizna de relevación, porque la poesía es también, anunciación.


Aquí comparto algunos de los poemas-hechizos de Storni, que me recuerdan todo eso. Porque claramente, Storni fue una hechicera: entendió que la poesía requiere seso, pero también arteria. Si no, repito, estaríamos ante cualquier clase de líneas juntas formando un párrafo, pero no, poesía. Como último anexo: la poesía de Alfonsina es considerada feminista, no solo por situar temas de mujeres como el amor o la maternidad, también fue una transgresora de su tiempo, al decidir criar sola a su hijo, tener independencia económica y destacar en el campo literario, campo bastante masculinizado, incluso hasta nuestros días. No es para menos se le reconozca como icono del movimiento, no solo en la literatura, sino como ejemplo de mujer que ve y va más allá.

Me gusta  pensar a Alfonsina como una mujer sublime y misteriosa, claro que fue trágica, pero todo ello desembocaba en su fabuloso talento literario. Es por ello que reúne, intuición y quimera en sus versos. Los dejo con algunos con mis preferidos.


Media noche. (extracto)
Es Media noche; andamos a plena luna blanca
Muy cercanos al río que muere en la barranca
Cuyas matas semejan, bajo el viento que barre,
Acurrucadas brujas en nefasto aquelarre.

Tempestad.
Noche que escuchas; tú que me amparas
Nunca me niegues tus luces claras,
Quiero arrancarles dulce piedad
Préstame copos de blanca luna
Porque a sus rayos me vuelvo una
Guzla que pulsa la soledad.

Dios que no existes: ¿Qué mundos tengo
Dentro del alma que ha tiempo vengo
Pidiendo medios para volar?
Porque hay momentos en que presiento
Que soy la forma del pensamiento
Que dijo a todos; nacer, crear.

Un día.
Andas por esos mundos como yo; no me digas
Que no existes, existes, nos hemos de encontrar
No nos conoceremos, disfrazados, viejos y torpes,
Por los caminos echaremos a andar.

No nos conoceremos, distantes, uno de otro.
Sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos el camino volviendo a desandar.

Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
Quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto… ¿Cuándo ocurra, si ocurre,
Sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?

Canción de la mujer astuta.
Cada rítmica luna que pasa soy llamada
Por los números graves de dios, a dar mi vida
En otra vida: mezcla de tinta azul teñida;
La misma extraña mezcla con que ha sido amasada.

Y a través de mi carne, miserable y cansada,
Filtra un cálido viento de tierra prometida,
Y bebe, dulce aroma, mi nariz dilatada
A la selva exultante y a la rama nutrida.

Un engañoso canto de sirena me cantas,
Naturaleza astuta me atraes y me encantas
Para cargarme luego de alguna humana fruta.

Engaño por engaño: mi belleza se esquiva
Al llamado solemne, y de esta fiebre viva
Algún amor estéril y de paso, disfruta.


¡Feliz Sanhmain, servidoras de la diosa luna! Hasta el próximo encuentro aquí, en la virtualidad.

lunes, 3 de octubre de 2016

Lenore Kandel, una chica beat olvidada y censurada.

La generación beat es conocida principalmente por dos elementos sustanciales dentro del mundo literario norteamericano y universal: su afición musical por el jazz (estableciendo por tanto, una estilística poética-musical, a la manera del jazz: agitada, ascendente y estremecedora) y por supuesto la figura concéntrica de Jack Kerouac. En cuanto a la temática recurrente, este movimiento se enlaza con la espiritualidad particularmente de culturas orientales, el sexo, las drogas, el agobio de la metrópoli y los avances tecnológicos de la época. Parecen temáticas justificadas, pero al revalorizar la posición de la mujer en los años 50, inclusive en Norte América, recordaremos que aún existe el recelo hacia las bocas femeninas hablando con toda comodidad de estos temas. La mujer en la sociedad era (y sigue siendo) determinada por su fertilidad, la maternidad y una educación negada que le permita formarse y mejorar su estatus social. 

La revuelca poética de las chicas beat consiste en agregar virtuosamente a este movimiento contracultural, la perspectiva de la mujer que desde el infortunio económico escribe, la mayoría de veces, para pagar la renta. Lenore Kandel es un caso particular. Una mujer sumamente inteligente y dedicada a sus estudios espirituales, apasionada y erótica. Es destacable la fortaleza de los sus textos, pero son de difícil acceso debido la poca traducción. Carencia que me arrastra a pensar que en parte, se le conoce poco, como al resto de sus colegas del movimiento, porque la crítica no se ha interesado en estudiarlas simplemente por ser mujeres, fenómeno común en todo movimiento literario donde el faro principal es un hombre.


Con la publicación de la antología “beat attitude” en 2015 por la española Annalisa Marí Pegrum, se coloca al movimiento en la lupa literaria. Se presta atención a las diez poetas beat que el androcentrismo literario había relegado. Lenore fue conocida por ser irreverente y abierta a la poesía erótica. Su libro “The love book” un panfleto con poemas gráficos, fue censurado por considerarse perturbador a la sanidad mental de la población. Sin embargo fue un éxito en ventas. Su texto “God/ Love poem” describe con un equilibrio sutil el encuentro físico-emocional entre un hombre y una mujer, dejando entrever a una chica nada tímida, capaz del goce sexual y conectando emocionalmente con el amante, haciendo de su experiencia sexual un acto de rebeldía femenina, donde el sexo es parte de la cotidianeidad de la mujer y este no sirve solo para producir vástagos. Digo rebeldía porque pasarán alrededor de veinticinco años para que se apruebe el uso de anticonceptivos y el aborto en Estados Unidos. Hablamos de un contexto moralista y conservador en el que Lenore no encajaba. Tampoco lo buscaba.

Dentro de su estilística personal, podemos incluir otros elementos irreverentes como la blasfemia sexo-lírica, la crudeza, los espacios urbanos y su podredumbre; en su lado social demuestra una clara negación a la guerra y la violencia (recordemos que el periodo se ve relacionado con la guerra de Vietnam, el posterior movimiento hippie y la liberación sexual) sin perder de vista el temario usual de la generación beat como la exaltación del jazz, los objetos tecnificados y las drogas. En su poema “Blues para la hermana Sally” describe la juventud que usa alucinógenos, la complicidad en habitaciones cualquieras, alejándose de una ciudad-momento a través del delirio por la inhalación o la inyección entre amigos. La fuerte tendencia de distorsionar los sentidos para la creación estética o el mero entretenimiento, vertiente “creativa” aún polémica y debatida en los estudios del arte.



¿Qué hace apetecible y particular el trabajo poético de Lenore Kandel? Uno es el posicionamiento del sexo desde la necesidad y elección femenina (la mujer se concibe como un ser libre, naturalmente libidinoso y en el pleno derecho de serlo) en cambio, en los poemas de sus colegas hombres sobresalen de inmediato el ímpetu varonil y el poder. Vemos como la música y la poesía beat masculina tienen en común un acto sexual dirigido por el hombre, quien se percibe seguro y dominante “Yo tengo el blues de San Francisco/ Tan blues como las puertas de la gloria masculina” (coro treinta y seis del libro “San Francisco Blues” de Jack Kerouac) la mujer es presentada como una musa hambrienta, secundaria, la que para facilitar la creación del poeta solo debe desnudarse e intimar sin chistar. “La música de su brassier, vibra/ sonidos ardientes dentro de su trasero aterciopelado/ Los hips silenciosos estafan tontos/ Revoluciones de éxtasis goteante” (poema “chica jazz” Bob Kauffman, miembro del generación).

Otro factor que atrae de Kandel, fue su participación en el Human Be-in Festival, figurando como la única chica beat en asistir con el movimiento, pero que se sabe no fue anunciada como una de las poetas participantes para dicho evento. A pesar de ello, la difícil obtención de sus textos inclusive en internet, presupone un olvido curioso hacia su figura. Tras un accidente automovilístico su vida se torna sedentaria y limitada, otro punto para olvidarla intencionalmente.

¿Es que las mujeres que caminamos la vereda poética, estamos condenadas a ser las chicas desconocidas en la fotografía grupal de un generación hambrienta de oportunidades como ha ocurrido siempre? Este fenómeno no es exclusivo de las grandes escuelas extranjeras, en El Salvador para el caso, las chicas olvidadas de la generación comprometida son la prueba.

La literatura no deja de ser un espacio para la liberación femenina, como un proceso multidimensional, sugiere tomar conciencia de las precariedades y libertades coartadas así como el descubrimiento de más huecos en la balanza social. No es la falta de talento o fuerza poética en los versos, ni la falta de atención a las coyunturas, la mayoría de los casos se sigue antologando por y para hombres y si viene de mano de una mujer, es una falta de identificación con el género. Siempre ha existido un verso femenino en las propuestas literarias, lo que pasa es que casi nadie se atreve a reconocerlo.

La masculinización de la literatura y la historia, que sí ha sido escrita por hombres pero no solo hecha por ellos, pone en relieve la invisibilización de mujeres que como Kandel han sido transgresoras de su tiempo, pero a pesar de su claro talento, no son tomadas en cuenta o siquiera tratadas como verdaderas exponentes literarias. Para ello, pongo de ejemplo la antología poética que utilicé para este ensayo, la única chica beat enlistada para mi suerte, es Lenore Kandel, el resto de sus compañeras son tremendamente desconocidas a excepción de Joyce Johnson por ser la eterna novia de Kerouac, criterio absurdo tomando en cuenta que no se le juzga por su obra poética, si no que penosamente se le recuerda como “la novia” y no como “la colega o camarada poética”, que no es otra cosa que la injusta opacidad que se hace a las escritoras cuando se vive bajo la sombra del poeta-pareja y surgen comparaciones entre ellos, y claro ser la novia de la figura central del movimiento lo hace más complicado.


Esfuerzos como el de la española Annalisa Marí Pegrum, autora de la antología femenina “beat attitude” es un aporte no solo para las mismas mujeres beat olvidadas e incluso desconocidas en su país, sino para la literatura femenina universal, que a fuerza de sistemas patriarcales y ataduras religiosas han silenciado voces femeninas que desde su retina siempreviva han opinado como lucíferas (portadoras de luz) para cada generación. Cada poeta que escribe con la intencionalidad de llegar a otra mujer y decirle “me ocurrió a mí también, yo también sufrí ¿y sabés? viví” es simplemente una auténtica hermandad, sin ningún tipo de frontera. Nunca se sabe a quién le servirán tus propias batallas.

La literatura es un espacio ampliamente masculinizado porque los hombres han tenido ese privilegio, de figurar como exponente y triunfar, lucíferas siempre hubo pero la estufa fue obligada, el manicomio, el marido o la misma familia diciéndoles que eso era indecente. Bajo la luz de los estudios de género, es posible darles una mirada más generosa a los textos de muchas mujeres que siempre han extendido sus alas sin pedir permiso, almas enérgicas fuera de su tiempo. Con ello no digo que los hombres no deben leerlas, es lo contrario: con mayor razón deben leerlas. Tampoco es una literatura exclusiva para y entre mujeres, se trata de quitarle el antifaz androcéntrico a la literatura y disfrutarla como una madre que tiene la semilla del verso.


Lenore Kandel es solo una de esas lucíferas, que aunque su tiempo fue inclemente con ella y sus colegas ¡y al final con cada mujer que rodeó el medio sin lograr siquiera ser nombrada! Logró escribir su nombre en la memoria, si bien no como sus colegas varones, hizo versos tan inmortales para otras mujeres, que aseguro que el tiempo no les restará su preciosa honestidad y poder, dos características que toda poeta actual debería tomar en cuenta.  


jueves, 22 de septiembre de 2016

Videoteca de Lou- Parte II: Otras 5 películas con enfoque de género.

Como si de una saga se tratara pero no es la intención, traigo por fin la segunda parte de este tema sobre películas que pueden disfrutarse y a la vez, mirarse con enfoque de género. Pues bien, para este artículo seleccioné otras 5 películas de mi videoteca personal. En esta ocasión fue más difícil escogerlas, puesto que revisando carpetas e incluso dándose una vuelta por páginas especialistas en cine, se encuentran verdaderas joyas. Aun así les traigo 5 buenas opciones que ojalá chequen y se pongan las gafas moradas al mirarlas.

-Historia de las mujeres en Latinoamérica. (2013)

Conocer la historia es de hecho, una obligación de todo individuo no sólo por cultura general, sino porque es la llave para comprender las raíces ancestrales, la realidad actual e intuir quizá, qué traerán los tiempos venideros. El documental “Historia de las mujeres en Latinoamérica” es una producción argentina, que recoge la experiencia y la participación de  mujeres en los diferentes procesos históricos de los países latinoamericanos. Encontramos pues, mujeres destacadas en guerras civiles, conformación de las llamadas repúblicas, la inserción de las mujeres en el sistema educativo y un poco más cercano a nuestros días, las mujeres en la presidencia. El objetivo del documental es mostrar que la historia no ha sido hecha sólo por los hombres y la clara invisibilización de la mujer en la historia oficial. En el veremos a sociólogas, historiadoras, escritoras, contándonos del tema. Es un trabajo bastante académico pero de fácil comprensión. Además de disfrutable.


-Lucy. (2014)

Ésta es de las recientes que he visto. Me la recomendaron por ser una interesante propuesta, sobre las increíbles capacidades que el ser humano desarrollaría si llegara al 100% del uso del cerebro; pero el papel de Lucy, interpretada por la guapa Scarlet Johansson, es sin duda un atípico papel femenino de una mujer audaz. Lucy, quien se ve envuelta con traficantes de droga por culpa de su novio, es usada para llevar una droga nueva y muy potente a alguna parte de Japón. Una golpiza propinada por un custodio hace que la droga llegue hasta su cerebro, provocando que desarrolle progresivamente el 100% de su potencial. Destacar la participación de Morgan Freeman en la película, quien es un neurólogo que estudia el caso de Lucy y arroja una pregunta necesaria ¿qué haría la humanidad con tanto conocimiento?



-Histeria. (2011)

Ambientada en la Europa del siglo XX, narra la historia de un médico famoso por curar la histeria en las mujeres. En esa época se creía que la histeria atacaba fuertemente a las mujeres manifestándose en mal humor, agresividad y ansiedad. El médico protagonista, llega a buscar trabajo al dichoso consultorio de mujeres y es entrenado en el difícil arte de la masturbación femenina. Pues sí. En esa época, se ignoraba que las mujeres también somos capaces de tener orgasmos. A esa marcada insatisfacción que produce la falta de sexo y peor aún de buen sexo, lo diagnosticaban como histeria y la “remediaban” con una sesión de masturbación. Claramente, los médicos ignoraban de qué se trataba. Para ellos la sesión respondía a asuntos estrictamente médicos. La hija mayor del dueño del consultorio es una sufragista, involucrada en proyectos comunitarios que le disgustan al padre burgués. La chica le explica al médico joven sobre la situación de las mujeres. Éste, con ayuda de un amigo, inventa un aparato que cambió la concepción del placer femenino.


-Ágora. (2009)

Quizá de las más vistas pero muy buena. Es una adaptación de la vida de la filósofa, astrónoma y matemática, Hipatia de Alejandría. La imponente pensadora griega con vastos conocimientos en trigonometría, quien además educaba a los futuros líderes de la nación. La historia es conocida: ante la llegada del incipiente cristianismo, la mayoría de pensadores e intelectuales fueron obligados a convertirse a la fe cristiana. Hipatia se negó, llevándolo a las últimas consecuencias. Para ella la razón no podía ser sustituida por la fe. El cristianismo arrasaría con todo lo considerado pagano, incluidas las personas. En la película, se observa cómo Hipatia trabaja incansablemente en sus hipótesis matemáticas, avanzadas para la época. La humillación y dolorosa muerte que sufrió, son suavizadas con la introducción de un esclavo enamorado de ella, quien le ayuda a morir. En realidad, el castigo cristiano consistió en arrastrarla desnuda por toda la ciudad y desollarla viva con conchas. Justificados por supuesto, en nombre de dios.


-Matilda. (1996)

A que no la esperaban por ser una película casi que de culto. Pues sí, esta película ha sido disfrutada por chicos y grandes. La vi hace unas semanas y siempre es disfrutada como en la niñez ¿Quién no quiso tener poderes? O esa insaciable curiosidad por las cosas y la lectura. Matilda, la niña lista que no tiene nada en común con su familia y ha encontrado un propio mundo en la biblioteca. Las desventuras de Matilda inician en la escuela, donde conoce la bondad en la maestra Miel (todos tuvimos una profe buena onda) y la maldad en la directora Tronchatoros (inserte aquí al o la profe que le hizo la vida escolar una pesadilla) Matilda irá perfeccionando sus poderes y hará lo que considera justo con los personajes que la tratan de doblegar. Esta película es una buena opción para verla con hijas, sobrinas, ahijadas, etc. porque el mensaje de Matilda es claro: cree en tus poderes con todo tu corazón. Una manera de decir, se una mujer empoderada.


Hay tantas películas que pueden acercarnos al enfoque de género, éstas son tan sólo propuestas, como ya he dicho, se quedan un montón fuera de la lista, pero la idea acá, es empezar a disfrutar del cine con ojos distintos. Claro que Hollywood tendrá propuestas, pero no necesariamente enriquecedoras o siquiera creativas. En realidad, hay mucho buen cine por ahí, sólo es cosa de buscar en otras partes. Ni qué decir de los papeles femeninos estereotípicos o secundarios, la participación de mujeres en la creación, producción y dirección que es poco, pero existe. Las mujeres necesitamos seguir contando historias desde nuestros ojos, lo que no significa que se excluya a los hombres. Hay tremendas películas protagonizadas por mujeres y dirigidas por hombres. De más decir, que feminismo no es división irreconciliable de los géneros. Esto es un camino lento. Pero a paso constante. Que la pasen bonito.

viernes, 19 de agosto de 2016

Videoteca de Lou I: 5 películas sobre género.

Desde hace unos meses, ya casi un año, estoy armando una bonita colección de material audiovisual, que he dado a llamar ‘videoteca de Lou’. Acompañada de un fiel escudero geek, he recopilado algunas películas y documentales, que contienen a mi ver (esta es una selección subjetiva, recuerden) temática feminista, base histórica y la vez, el goce estético que provoca el buen cine, o al menos, el que con buenas intenciones y buen presupuesto, lanza material que educa y entretiene, a la manera de los pomposos neoclásicos. Sin más preámbulo, veamos los materiales sugeridos.

-La sonrisa de Mona Lisa (2003). Julia Roberts protagoniza Katherine Watson, una brillante maestra de historia del arte, que es admitida en una prestigiosa escuela de señoritas. Katherine tiene el temor de no estar a la altura de la escuela, por el constante asedio del exigente comité de maestros y por supuesto, de las estudiantes: jóvenes cultas y de buenas familias, pero con un esquema de vida predeterminado. Katherine pronto se dará cuenta, que a pesar de las altas capacidades intelectuales de sus estudiantes, éstas son educadas para ser perfectas amas de casa. Aspiración, de la que ninguna duda y cuyo destino está resuelto al casarse. La decepción de Katherine es tal, que a su manera comienza a empoderar a sus alumnas, a tratar de volverlas críticas en cuanto a los esquemas socioculturales, por lo que la intervención de Katherine es mal vista por el comité escolar, de corte conservador en cuanto al papel social de las mujeres, al punto que Katherine decide marcharse.



-Sufragistas (2015) Quizá obvia en esta lista, pero puedo asegurar, que pocos la han visto. Ilustra el movimiento sufragista, de la primera ola feminista. En ella vemos a Maud, una chica de 23 años, trabajadora en una fábrica textil, con cuyo miserable sueldo ayuda a mantener a su familia. En la fábrica, algunas compañeras asisten a reuniones de mujeres organizándose para conseguir el voto femenino. Un derecho político, hasta ese momento perteneciente sólo a los hombres. Maud comienza a involucrarse en el movimiento sufragista, invitada por una compañera, y en el trascurso comienza a tomar consciencia, de la importancia de las mujeres en el hecho político. Maud lo pierde todo. Sin embargo persiste en la lucha sufragista, cuyo objetivo logra dar frutos. El personaje de Maud, representa a todas las mujeres que apostaron por el sufragio femenino. Un derecho, que cambió la concepción de democracia y política.


-Te doy mis ojos (2003): Pilar es una joven madre española, que se va a vivir con su hermana, huyendo de la violencia intrafamiliar por parte de su marido Antonio. Antonio es el arquetipo del hombre proveedor, dominante y posesivo. Con ayuda de su hermana, Pilar consigue un empleo en el museo donde su hermana también trabaja. Es un empleo modesto, vendiendo tiquetes, pero Pilar comienza a sentirse útil e independiente. Antonio la asedia con la excusa del hijo que tienen. Comienza a visitar un grupo de ayuda para hombres, donde les enseñan sobre el manejo de la ira, la confianza entre pareja y evitar la violencia. A pesar de la terapia, Antonio es incapaz de desprenderse de su papel de macho violento. Pilar se vuelve guía en el museo, cosa que Antonio no tolera pero, bajo el objetivo de llevarla de nuevo a casa, lo acepta inicialmente. La situación violenta continúa y tras un chantaje suicida de Antonio, Pilar comienza a querer abandonarlo, tras la oferta de un museo en otra ciudad, Pilar ve la posibilidad de comenzar una nueva vida.



-Velocidad personal. 3 retratos (2002): No es estrictamente feminista, pero se enmarca para mí, en la construcción y cuestionamiento de lo femenino. Nos muestra la historia de 3 mujeres, al parecer, sin ningún punto común. Pero pesando precisamente ese: el ‘ser’ mujer. Vemos 3 mujeres nacidas en 3 distintos contextos. Un dato interesante, es que se desprende del libro con el mismo título, y su autora, se aventuró a escribir el guión y dirigirla. Tomando claro, solo 3 personajes de la novela. Cada mujer es un conflicto. Y su personaje hace honor a ello. La ambivalencia de vivir la vida según nuestros propios principios. Tenemos entonces a una editora, una madre soltera y una chica punk que ha dejado de lado sus intereses artísticos. ¿No basta con eso para sentirse tentados? Cada una de ellas, debe tomar decisiones importantes: divorcio, iniciar una empresa propia, abandonar de una vez por todas al marido abusivo o concebir un hijo. Avanzar pues, según su propia velocidad.



-Retratos de Nina Simone. Es un documental sobre la vida de la cantante y activista negra Nina Simone. El movimiento por los derechos humanos, fue en Norteamérica un movimiento trascendental, masivo y agitador. ¿Por qué no debía serlo el de la lucha por los derechos de la raza negra? colocada en la balanza social como una especie de raza secundaria. Nina Simone, se sumó como activista, por medio de la música. Cuando el arte toma la función de transformación social, toma una vitalidad única. Y la música como la poesía de resistencia o protesta, son la concreción lírica de un sentimiento colectivo. Nina Simone cantaba para su gente, colocada en lista de espera de la categoría “humanidad”. A su vez, la relevancia de ser una mujer negra, le colocaba una segunda lucha: las mujeres en lista de espera de la categoría humanidad.



Como el artículo me iba a quedar enorme, y se trata de dar “quick tips”, solo hice la reseña de 5 películas, aunque la selección fue de 10. La idea es hacer una segunda parte, con las otras 5, que a mi ver son bastante geniales y útiles para acercarse profanamente al feminismo. Además de mostrar atípicos papeles femeninos, donde las mujeres deciden, piensan y logran vencer adversidades. Polo opuesto de lo que el cine Hollywoodense presenta. Hasta la segunda parte de la videoteca, buenas vibras, gentes.


viernes, 15 de julio de 2016

Camino hacia la sororidad.

Del latín soror, sororis, hermana. En inglés, sisterhood.


"Se trata de una alianza entre mujeres, propicia la confianza, el reconocimiento recíproco de la autoridad y el apoyo. Según Marcela Lagarde
La Sororidad es entonces una práctica política y ética dentro del feminismo. 





Todas tenemos una historia con alguna mujer (o varias mujeres) donde nos hemos enemistado, las hemos visto como rivales, y consciente o inconsciente hemos querido que le suceda algo malo, desde algo “inocente” como que termine con el novio o que se quede sin trabajo. Da vergüenza decirlo, pero hay que aceptarlo. Esos son solo ejemplos comunes, porque también hemos conocido casos, donde las “rivales” en cuestión terminaron golpeándose en público. Triste. Y lo hemos visto con la naturalidad mórbida del caso: mujeres “envidiosas”. Casi nunca nos hemos puesto a pensar, que esas chicas pudieron ser amigas, si el sistema no las hubiese educado para hacer “competencias” imaginarias en cuanto a belleza, novios y otras categorías inventadas para la discordia.

El camino a la sororidad no se da de la noche a la mañana. Esa sospecha con que vemos a otra mujer que sentimos que nos “amenaza” nos hace tomar una actitud defensiva para con ella. Pocas veces nos atrevemos a querer saber sobre ella. Preferimos juzgar por adelantado e incluso hemos sido tan machistas que nos molesta su sola presencia, porque a nuestro parecer ella “no es la gran cosa”. Esto no es sano ni lo será. Esa competencia por el simple hecho de coincidir en género nos lleva a tener actitudes machistas e incluso, celebrarlas. Las celebramos cuando nos reímos de una mujer sin saber el porqué de su desgracia. Si está llorando en público, asumimos deliberadamente que llora por un hombre, sin saber qué le pasa, si no es lo suficientemente femenina, especulamos su orientación sexual, si está tomando y repentinamente comienza a ser alegre, la tildamos de fácil o loca. O si alguien hace un comentario de su estilo de vida, tomamos ese comentario como palabra de dios, dándole las peores etiquetas, y la mayor parte del tiempo ¡ni sabemos quién es ella!

Un punto de desencuentro son los hombres. A todas nos ha pasado que por algún novio, ex novio, ligue, ex ligue, amante, marinovio, lo que sea, nos hemos declarado enemigas a muerte con “esa” mujer. Y al susodicho pocas veces los hemos confrontado con la seriedad el caso, se nos olvida que, para que exista una infidelidad debe haber un acuerdo entre los dos. Pero nos hemos enfocado en que “esa” mujer nos ha “arruinado” la relación, cuando quizá esta desde hace ratos venía mal. Nadie cambia ni deja de querer de la noche a la mañana. Falta reexaminar nuestras relaciones y dejar de creer que todo es culpa de la persona que como dice Beauvoir es “la invitada”.

La anti sororidad se da incluso, en compañeras feministas. Y con esto, quiero ser clara en reconocer que dentro del mismo movimiento feminista, hay compañeras machistas, totalitarias y anti sororarias. Se requiere de objetividad para ver los sesgos en los movimientos e ideologías que apoyamos. De lo contrario, caemos en fanatismos que estacan el crecimiento personal y el movimiento mismo. Viendo estas anormalidades, es que podemos empezar a reparar y avanzar. 

Para quien crea, que no sé de lo que hablo, porque “no lo he vivido” traigo a colación, una experiencia con un amigo, cuya novia feminista le prohibió mi amistad, porque el sujeto le hablaba mucho de mí. Y con ella apenas habíamos hablado, pocas veces habíamos coincidido en algunos lugares debido a amistades en común, pero nunca hubo motivos para desagradarnos. Es más, yo la admiro por ser madre soltera y con un bagaje feminista tremendo, pero desde su sospecha hacía mí, decidí tomar un alejamiento prudente con mi amigo, con quien no había nada y en ningún momento hubo por su parte, insinuaciones de ningún tipo. A pesar de ello no dejé de sentirme mal, puesto que era una amistad perdida a causa de los celos. Luego supe que su sospecha hacia mí, no era la única, en general, la compañera le había prohibido al muchacho otras amistades femeninas. Caí en cuenta, que su sororidad estaba fallando. Eso, y su autoestima. Y cuando digo esto, no lo hago con ánimos de ofender. En ningún momento le he faltado respeto a la compañera. Me entristeció tener que alejarme de un buen amigo, por una rivalidad imaginaria, producto de celos, amor romántico, e inseguridades. De las últimas cosas que hablé con el amigo, me marcó una frase en particular: “¿Y sabés que es lo interesante? Que ustedes en algún momento se van a tener que encontrar por el feminismo” le respondí, “es posible”. Los caminos de una lucha común pueden llevar a encontrarnos. Y si sucede, quisiera que nos enfocáramos en lo que nos une: una lucha, un género, un deseo de ser mujeres distintas.

Es difícil de verdad, caminar hacia la sororidad, en un sistema y un contexto donde se nos educa para competir con nuestras iguales, y tomar frases como “maldita la mujer que en otra mujer confía” como algo digno de ir repitiendo. Es un proceso de ir rompiendo preconcepciones, y tomar valor de acercarnos a otras mujeres. De ya no ir rechazándonos porque “nos vemos más bonitas” o “tengo más dinero que ella” esa continua situación de ponernos en una balanza, cada que conocemos a una. Es suficiente con la balanza que hacen los hombres con nosotras, como para seguir reproduciéndola. Quizá está de más decir, que es esencialmente a las mujeres a las que nos interesa involucrar en la cuestión de género. Sin embargo, no se trata de obligar ni ser totalitarias. Un cambio así requiere de voluntad y decisión personal. Con ello no quiero decir tampoco, que es un interés exclusivo en las mujeres. Está claro que al feminismo le interesa involucrar también a los hombres, en este caso, las masculinidades están presentes en cómo se relacionan los hombres. No todos encajan en el patrón cultural, y esto les genera una presión social particular. Los géneros tienen procesos específicos, que enhorabuena servirán para un avance social distinto.

Mi experiencia con la sororidad es ésta: Toda mi educación básica fue en una escuela de niñas, y vi como las mismas maestras incluso, promueven la competencia, maestras machistas que no se dan cuenta de las inseguridades que provocan en otras niñas, cuando éstas no son como ellas dicen o quieren. Y en general la experiencia de toda joven, que por diferentes situaciones, le toca estar en círculos mayoritariamente masculinos, e interactuar fácilmente con ellos, por encontrar ciertos temas comunes, y crear círculos de confianza. Y es esa predilección, por la confianza que ofrecen ciertos hombres, que las mujeres creemos que los hombres son mejores amigos que las mujeres. No es verdad. Son casos muy peculiares puesto que así como hay hombres, quienes te brindan una confianza y un acompañamiento genial, hay hombres machistas que ven con desconfianza y hasta envidia, a una mujer que se desenvuelve bien en un medio que compartan. Hay hombres que no soportan que una mujer sea lo bastante buena en algo, e inclusive le supere.


La ausencia de mujeres en círculos masculinizados, nos lanza a rodearnos de hombres la mayor parte del tiempo, pero puedo decir que son valiosas, las alianzas que se logran hacer con las mujeres que se van integrando al círculo. Siempre hay temores, de no saber cómo acercarnos o llegar a ser amigas, de ahí el camino a ser sororarias. De a poco. Mientras tanto, te vas identificando con tu género. Te das cuenta que no podés juzgar a una chica solo por cómo luce, por su estilo de vida, o con cuántos hombres se acuesta. Vas recuperando la confianza en otras mujeres. Cuesta. Claro que cuesta. Hablamos de cambiar el chip por otro más sensibilizado. Te das cuenta que falta mucho por aprender y que apenas, te has aproximado al camino.



martes, 14 de junio de 2016

Sami Arizabaleta: Lesbofeminismo y raza.

Hace aproximadamente dos semanas tuve el placer, de hacer una breve entrevista a una amiga de la red social facebook, sobre su lucha feminista, aunada a su raza y orientación sexual. La entrevista a Sami, sigue recordándonos por qué es necesario poner en punto de discusión, de encuentro -e incluso desencuentros- el tema, y ante la tragedia ocurrida en Orlando, EEUU, a seguir insistiendo en el respeto por la vida, la orientación sexual y los derechos humanos.

Entrevista con Sami Arizabaleta:
Lesbofeminista negra. Estudiante en la Universidad del Valle; sede Meléndez, en Santiago de Cali - Valle del Cauca, Colombia. Especialidad: estudios políticos y resolución de conflictos.


FR: Tu acercamiento al feminismo.

Mi cercamiento al feminismo viene desde mi adolescencia, cuando quise ser monaguilla, en las misas católicas salesianas de mi colegio y me dijeron que las niñas no podían hacerlo. Entonces empecé a cuestionar el papel de las mujeres en los diferentes espacios que conocía: la casa, el colegio, los grupos juveniles y mi barrio. Los cuestionamientos fueron después con las personas con las que me relacionaba, para mí no era comprensible ese lugar que se le quería dar a las mujeres de princesas, madres o hijas. Desde ese momento, no he parado de preguntarme todos los días ¿por qué a las mujeres se les subvalora? ¿por qué algunas mujeres no captan inmediatamente esa subvaloración? ¿qué puedo hacer?

FR: La búsqueda de tu identidad sexual.

la búsqueda de mi identidad sexual, está aún en ese camino. Puedo decir hoy, que soy una mujer no heteronormativa, que vive su sexualidad lésbica con la libertad que me brinda el sentirme dueña de mi cuerpo y responsable de mis decisiones. El definirme como una mujer diversa sexualmente, fue y es parte del descubrimiento personal de mis gustos y preferencias en el terreno sexual. Esta aceptación llegó después de un gran quiebre emocional, que me obligó a asumir una postura de vida. Pues, aunque aconsejaba seguir lo que se quiere y hace sentir bien a otras mujeres, en lo personal me limitaba por temor a perder un supuesto reconocimiento y lugar social. Pero, un día después de la gran ruptura, dí el paso que me trajo hasta el lugar donde estoy hoy.

FR: Feminismo y lesbianismo.

No lo llamo lesbianismo, pues ese término se utiliza para calificar de enfermedad, a los deseos eróticos- afectivos entre mujeres. (Prefiere no heteronormativa).

El trabajo en ambos frentes es complicado a veces, ya  que algunas mujeres que dicen ser feministas, chocan con las mujeres diversas sexualmente, ya que las ven como una amenaza a lo que han conseguido en las luchas sociales que hacen. La mujeres lesbianas que conozco y yo - claro está- asumimos el activismo lesbicofeminista desde el reconocimiento de la libertad e importancia de manejar, recibir y dar placer a través de nuestro cuerpo.

FR: Perspectiva sobre el feminismo lésbico frente al heterofeminismo.

El choque que veo entre feministas heterosexuales y lesbianas, lo veo en el hecho de que las lesbianas siguen siendo vistas como transgresoras de una normalidad, una heteronormalidad de la cual las feministas hacen parte. Además, algunas se rehúsan en ocasiones, a que lesbianas hagan parte de sus luchas, pues en algunos círculos las feministas son equiparadas a las lesbianas y ellas, las feministas heterosexuales, no quieren ser vistas así. Estas afirmaciones las hago partiendo de lo que he escuchado de ciertas feministas colombianas que critican la lucha lésbica.

FR: Feminismo y raza: perspectiva frente al feminismo 'blanco' y la identidad racial.

El feminismo blanco o mestizo, tiene diferencias en sus luchas generales con el feminismo negro. Cuando el feminismo como movimiento empezó, las mujeres estaban unidas bajo el postulado de ser reconocidas como sujetos políticos, seres iguales y con capacidades. En un momento histórico, principalmente en América, el feminismo se distanció, pues las mujeres negras se encontraron en la disyuntiva entre luchar por las causas de TODAS las mujeres, sabiendo que ellas, las negras, eran vistas como inferiores, o unir esfuerzos en la lucha por las libertades y derechos de las personas negras. Aquí, se configuró una diferencia entre "soy mujer, pero también son negra, ¿qué pesa más, mi género o mi raza" pero, algunas olvidaron que tienen una doble condición, son mujeres y  negras.

FR: ¿Es posible conciliar todas estas luchas: feminismo, diversidad sexual y raza?

La conciliación de las luchas claro que es posible. Lo importante aquí es cómo se hace. En el tema de la raza, ser negra y lesbiana es visto como una abominación, donde se desdibuja la imagen de la mujer negra, sexual  y sensual que se creó. Y con la lucha feminista está el asunto de no querer ser vista como lesbiana, y las luchas internas de clase que se dan al interior del movimiento, pues no quiere ni lucha por lo mismo una mujer latinoamericana que una europea, una mestiza, una negra o indígena. Ahora bien, las lesbianas luchan por encontrar un lugar en el mundo, un lugar al lado de su género e independiente de su opción sexual.

FR: Activismo feminista y LGTBI en redes sociales.

Las redes han servido para reconocer y unir luchas entre mujeres diversas, en pensamiento y obra. Mi aproximación a muchos temas feministas se dio gracias a las redes. Pero, el activismo en redes puede convertirse en ligero ya que no involucra un intervención personal- física dentro de los espacios. Es una herramienta útil que aún se está desarrollando y a la cual le espera un futuro prometedor.

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Si bien la subordinación, opresión e invisibilización de la mujer es una condición universal e histórica, la especificidad de la lucha de la raza negra y la diversidad sexual, son factores que tienden a fragmentar una lucha común: la igualdad. Si la condición de mujer, representa un estigma social, imaginemos además, lo que significa ser negra y pertenecer a la diversidad sexual. Pero como propone Sami, no se trata de luchar por fragmentos, ni dividir a la persona según las variantes que constituyen su ser, es posible unificar luchas, sin renunciar a la consciencia de género, identidad racial, y orientación sexual.

El feminismo actual no debe perder de vista que parte de sus luchas son precisamente esas: descentralizar el feminismo occidental, visibilizar la diversidad sexual y establecer alianzas con otras propuestas como el feminismo indígena, comunitario, ecológico, racial y el perteneciente a la era digital, el ciberfeminismo. Los opresores son comunes: el patriarcado y el capitalismo, es contra ellos que se levantan todas estas luchas, que persiguen una transformación social. Negarnos a participar en ellas, es como he dicho antes, estar de acuerdo con los opresores. Sigamos visibilizando luchas, que como la de Sami, empujan a no desistir.

*Más sobre ella:

Trabaja en una Fundación Afrodescendiente por las Diversidades Sociales y Sexuales - SOMOS IDENTIDAD. Es una agrupación de personas negras que trabaja tres ejes: Género (nuevas masculinidades y feminidades), identidad étnico-racial y diversidad sexual. Realizan encuentros y círculos de formación con estos temas en busca del autoreconocimiento y reconocimiento en los ejes arriba descritos. También asesoran para ingreso a la universidad del valle. Su cargo es secretaria general y lleva la linea LBGTI con personas negras.

También ha trabajado el tema de hombres trans. Con algunas personas sobre todo mestizas, ya que el tema es poco conocido entre la comunidad LGTBI negra o no es muy difundido en el caso de los hombres.

Ha participado en encuentros sobre diversidad sexual y empoderamiento afro. El tema feminista lo aborda desde el colectivo de su círculo de formación.

jueves, 2 de junio de 2016

Amiga de homosexuales ¿por qué los defendés?


De un tiempo acá se ha ido haciendo bastante agotador y ridículo incluso, tener que dar explicaciones de por qué me junto con homosexuales y más gravemente por qué apoyo su causa.

La verdad no hay explicación más sencilla que esta: son seres humanos con capacidades incluso, mayores que las del heterosexual promedio, con sueños como cualquier otrx, gente que merece respeto, trato igualitario, trabajos dignos donde su orientación sexual no sea motivo de despido, llamados de atención o menosprecio.

Que he requerido tiempo y empatía para comprenderlos, sí. Y bastante. La identificación con la comunidad LGTBI, no nace de la noche a la mañana. Ver y escuchar cómo gente heterosexual, cristiana y con privilegios de género los excluye, te hace pararte en seco y decir ¿qué carajos pasa? ¿solo por ser heterosexual y cisgénero no debo involucrarme en la lucha política que están desarrollando todxs ellxs? Hay que involucrarse. Y no por lástima ni sentido común errado, porque el sentido común engaña, por venir de lo socialmente dicho y enseñado. Hay que ir la raíz del hecho, explorarse incluso, una misma y reconocer, que si bien sos heterosexual, blanca, delgada, preparada, urbana, lo que sea, esas características no te hacen, ni mejor persona, ni te exoneran de reivindicaciones necesarias para todo sujetx social. Implica examinarse a sí misma, para ver en qué medida tu situación se parece o no a la suya. Partir de las diferencias para crear una empatía real. Porque ni el feminismo ni la comunidad LGTBI buscan ganar adeptxs con lástima o con patrañas. Eso lo vende la religión en el afán de ganar almas, para sitios imaginarios después del último aliento.

Tengo amigxs cercanxs a la comunidad. He oído sus historias. Partes quizá, lo que han tomado a bien contarme. Porque excavar en la gente es delicado. Pero con lo poco que me han confiado he tratado de comprender su visión de mundo. Los admiro, vaya que sí. Han arremetido contra familia, contexto e incluso con gente que ni se imaginaban. Con ataques anónimos por redes, acoso callejero, murmuraciones de un pueblo que, culturalmente deja mucho que desear. Solo por no encajar con los patrones socioculturales y de género.

También me he ganado enemistades por hacer activismo en las redes. No me detienen. Internet es la nueva plataforma política. Depende de cómo y de qué contenidos llenemos miles de páginas o nuestros mismos perfiles personales, para generar duda e incluso "incomodidad" en los cercanos y ajenos. El tema LGTBI no desmerita entrar como tema de debate en internet. Hay que apropiarse de internet para desmitificar, subvertir y exponer estos temas, que son parte de las luchas sociales actuales. El feminismo se une a la causa, porque considera indisoluble el género y la diversidad sexual. De hecho, parte de las luchas del feminismo actual (3era ola como se le llama) es reivindicar la comunidad LGTBI, compartiendo su derecho a la visibilización, y encontrándose en situaciones de subalternidad similares. Similares porque cada quien desde su experiencia, ha vivido, asimilado y defendido, desde sus posibilidades, su sexualidad convirtiéndola en una lucha política personal.

No es para menos entonces, que me resulten machistas u homofóbicos, los comentarios reprochándome mi cercanía, y de cierto modo predilección por personas de la diversidad sexual. Puede que nos una el sentimiento de lucha política, la insatisfacción por un sistema patriarcal, el lenguaje exclusivo e hiriente, la subestimación por nuestro género, o quizás, solo nos unimos porque somos seres bio-psico-sociales como cualquiera, que encuentra un alma confortable y decide quedarse ahí.

No se trata de apoyar tampoco por moda. Verá usted, que hay temporadas en redes, donde desfilan banderitas de la diversidad, o puños púrpuras, llamando a la unión, al respeto, pero que en esencia, no se han empatizado con la causa. Claro. En redes el rating cuenta. Pero hacer mal activismo por rating es estúpido e incluso cruel. Se necesita valor para asumir lo que somos públicamente porque desde luego, la opinión pública, hiere. Aún así no es justo callarse o negar lo que somos por guardar 'el qué dirán' callarse, es de cierto modo, estar de acuerdo con los opresores.

Por ello, repudio el mal activismo. La cuestión por moda. Nos volvemos tambores. Ruidosos y huecos. Hay que saber de dónde partír, recurrir a los orígenes, a los estudios previos, para incluso, saber en qué fallamos y cómo solventarlos. Ni el feminismo, ni el activismo ni la diversidad son moda ni cuestión de 'actitud' es el mismo fenómeno que ves en militantes de ciertas ideologías partidaristas, que reparten volantes (y atalayas, por qué no) pero no saben por qué luchan. No necesitamos posers, impostores. De esos está bastante lleno internet. Sí necesitamos gente más cuestionadora, y que no parta de las vísceras o moralismos añejos para tratar de sabotear la lucha. Hay quienes llamándose intelectuales, desprecian las luchas colectivas. Vamos, humanoides, nadie es una isla. No podemos negar nuestra naturaleza de seres colectivos. Un supuesto pesimismo, basado en propuestas filosóficas decimonónicas, no cuenta.

Este blog, es para mis amigxs de la comunidad. Revisando sus historias, he hallado heridas comunes. Pero también hallé mucho coraje. Valor, para seguir en la dispocisión de imponer y expresarse como son. Con la justa certeza de ser fieles a ustedes mismos. He aprendido de ustedes y lo sigo haciendo. Reconozco que mi proceso de acercarme al feminismo, y de seguir creciendo en él, es gracias a la perspectiva única que te da tener una sexualidad alternativa. Quisiera exponer acá sus historias, pero desde el anonimato, los apoyo. Y les agradezco por ser parte de sus vidas y sus luchas.


martes, 10 de mayo de 2016

Las masculinidades y la figura paterna: dejar atrás el rencor hacia mi padre.

Hace unos días hablaba con un amigo que también siente inclinación hacia el feminismo sobre un taller de masculinidades al que asistió. Me conmovió su historia, porque más allá de una exposición teórica, o una extendida tertulia (que nunca faltan)  fue su experiencia como hombre, frente a ese cúmulo de roles, prejucios y la figura paterna, lo que más me impresionó.

Me impresionó escucharlo precisamente a él, un hombre racional y reservado, hablarme con total franqueza de lo conflictivo que es para los hombres, reconocer el impacto de un padre dañino para su construcción social como varón y como persona ética en general.

 Los hombres al asumir al padre como el ser modélico, también se enfrentan a una situación de presión de género. El género que se aprende de un progenitor, que te resulta extraño tanto en pensamiento, como en afecto. Y se asumen esos estereotipos de que el niño, debe ser el hombrecito de la casa, porque está condenado a ser proveedor y debe tomárselo en serio (aunque tu padre, lo único serio que se tome sea su figura de poder y se desentienda de su familia).

No es raro entonces que el chico crezca con resentimientos hacia su padre. Que piense en él como un ajeno, como un extraño recuerdo, o como el padre que Mersault el extranjero, de Camus ni siquiera nombra. Lo que no es sano es vivir con ese rencor. ¿y qué sé yo de eso "Si soy mujer", pero tengo madre y asumí roles de ella. Diametralmente similar, pero determinado por experiencias distintas de ser varón o mujer. Nos vamos construyendo, aunque pesen resentimientos hacia progenitores ajenos, autoritarios, dogmáticos, vamos tratando de ser mejores personas.

El proceso de deconstrucción de masculinidades, partiendo de el cuestionamiento del varón frente a la figura paterna, no es para nada sencillo. Pero bravo por esos compañeros que han iniciado su proceso. Van confrontando roles, estereotipos y prejuicios. Se van dando cuenta, que una mujer no es una presa, sino una compañera, con la que se puede crecer humanamente. Se van liberando de miedos y rencores. Y si algún día escogen ser progenitores, no cometer los errores de su padre. Garantizar a lo sumo, un entorno familiar más sano, armonioso y en total respeto de las decisiones y orientaciones de los hijos.

En el camino de sensibilizarse también se incluye el respeto a la diversidad sexual, que también tienen su lucha por una sociedad inclusiva. Parte de los males del machismo heredado a los hijos, es la discriminación sexual u homofobia. En el trayecto de sensibilización se va asumiendo un respeto hacia las elecciones sexuales.

La manera de socializar e involucrarse con las mujeres también se ve determinado por dichos roles. Un padre sexualmente dominante, esperará que su hijo le imite y continúe en esa "naturaleza líbida del hombre". El compañero sensibilizándose sabrá que una mujer también merece respeto a su libertad sexual. Existen hombres, lastimosamente que bajo máscaras teóricas hablan de reivindicación femenina, pero apenas estas se inician en ella, les llueven críticas basadas en creencias de doble moral. Seamos consecuentes.

Sigamos trabajando compañeros, el patriarcado les otorga roles pero no son cadenas irrompibles.

"Hicimos un ejercicio de desprendimiento. Para mí fue bien duro reconocer (de forma pública y para mí mismo) como le guardaba tantos resentimientos a mi padre"

"Fue bien difícil pero bien liberador. Lloré bastante esa vez. Y aún me pone inquieto emocionalmente recordarlo"

"Racionalmente parece fácil. Pero teniendo enfrente a algo que simboliza a tu papá. Decirle qué cosas le reprochas y decirle que lo perdonas, cuando has rememorado tantas cosas que te han marcado incluso negativamente, resulta bien difícil"

"Pienso que son procesos. Cosas que hay que enfrentar (...) trato de no ser como él".

*Extracto de conversación con el amigo.


viernes, 6 de mayo de 2016

La madre de una feminista: entre la aprobación y la lucha.

Toda feminista ha tenido que atravesar la dificil situación de obtener -o querer obtener- la aprobación de una madre, respecto a esa postura política y el compromiso de lucha, que significa asumirse feminista. Cuando esa madre es una mujer conservadora, cristiana y férreamente arraigada a su educación familiar tradicional, se genera un caos. El 10 de mayo celebramos la maternidad de esa persona que te dio la vida, educación formal, algún mimo, pero también te legó los roles de género y los mitos hacia la sexualidad. Y porque no decirlo, te legó su machismo de generaciones pasadas.

Hay una tensión al pensar en mamá. Ella no desea que su niña se convierta en la "libertina, loca e indecente" que dice la gente y la familia. Mamá teme por nuestra imagen, pero la feminista ya se despojó, mediante un proceso de autoreflexión, de esa imagen de sí misma como mujer hogareña o sumisa. Y además, continua en la lucha por construir la sororidad con respecto a sus iguales, no más las enemigas. La feminista se dio cuenta ya, que no es ni será como la hija de las amigas de mamá, y que debe tratar de informarse y desmitificar su propia feminidad.

Mamá acecha a la hija, porque le ha dicho que debe estudiar mucho, accionar y no casarse de blanco. Mamá ha sufrido y ha llorado. Esa noche lloró y simuló no entender. Ni que decir, del día que le dijo que no iría a su iglesia, porque no va más con ella, o si va, será por acompañarla y estar con ella. No, no ha dejado de quererla. Solo ha escogido ser una mujer liberada y consciente. No hará las cosas como mamá hubiese querido.

El día de las madres, debería ser motivo para ver en mamá una compañera, si bien no política, es esa persona que, tal vez algún día entenderá por qué se asume esta lucha, y por qué su hija la pone triste. Hay amor, pero las ideas y las oportunidades han sido distintas.  Jamás rechazar a mamá por no decirte que te quiere por escoger vivir así, entenderla, una madre quiere una hija feliz, pero los conceptos de felicidad son distintos.

Tal vez mamá algún día entienda y apruebe la lucha, quizá no. Pero no dejará de ser mamá y no querrá una hija lejana. Quizá seremos pródigas de ella, pero asumir la lucha feminista, es por mamás que apoyen a otras hijas, mamás que ya no sean explotadas por trabajos mal pagados, ni maridos abusadores. Y quizá si un día, alguna de nosotras es madre, pensemos en mamá y entendamos, la mística de la maternidad y no acumulemos rencor, nuestrxs hijxs deben seguir nuestro cambio y con suerte, gozar los privilegios de nuestra lucha y alcanzar muchos más.