viernes, 8 de junio de 2018

La venganza de los nerdos es contra las mujeres



El término

El anglicismo nerd tienen varias hipótesis sobre cómo devino en el estereotipo de muchacho listo y con pocas habilidades sociales (especialmente con mujeres –según el mito-). Algunos lo ubican en la década de 1950, otros piensan que ya en 1980 se asociaba a la personalidad tímida, brillante y con aficiones poco usuales. La traducción del término al español sería "comelibros"

Los nerdos y la tecnología

Vincular la cultura nerd a la tecnología es casi un cliché. Seguramente recordarás alguna película donde estos tipos aparte de marginales, mal vestidos, con frenillos y llenos de acné, no se despegan de su computador, saben de informática y aparentemente son inofensivos, pero ese cliché incluye el lado oscuro que también se ha normalizado: se muestra al nerd como un acosador y devoto de la pornografía. Un pervertido a todas luces que bajo la piel del chico genio quiere esconder sus intenciones reales con las mujeres.

El estereotipo no ha cambiado mucho en nuestra época. Desde las legendarias películas noventeras de nerds que quieren volcarse contra los abusivos hasta las series actuales que celebran a los genios con actitudes machistas, racistas y homofóbicas que son diversión para el público. Una muestra de ello es la serie The Big Bang theory, que tras mostrar a un cuarteto de genios, socarronamente deslizan chistes que no deberían tomarse tan a la ligera. Pero ah, es comedia. Claramente las feministas no tenemos sentido del humor porque no nos da risa oír a Sheldon Cooper tratar de zorra y analfabeta a Penny, una chica rubia, de clase trabajadora y ultrasexualizada. El premio mayor se lo lleva Howard Wollowitz, el judío pervertido que únicamente piensa en sexo, que con el tiempo consigue una novia científica, Bernadet, pero que cuando se vuelve madre entra en conflicto porque no puede conciliar su carrera con la maternidad. ¿Y Howard? Él ya fue al espacio, ya cumplió su sueño y el estrés postraumático que supuso ser astronauta cae por supuesto en los hombros de Bernadet.

Videojuegos, mujeres y violencia

Para variar un poco les traigo a mención los personajes femeninos de los videojuegos. Recuerdo que cuando era adolescente me quejaba porque había pocas mujeres. En ese momento no lo comprendía desde la perspectiva de género, pero después me fijé (gracias al feminismo) que las mujeres en los videojuegos están subrepresentadas, hipersexualizadas y con un tono de erotismo exótico: asiáticas (perdón, Chun Li. Fuiste mi amiga por mucho tiempo, pero debo decirlo) africanas, gringas, latinas, todas sexis, con menos importancia que sus homólogos compañeros y, sobre todo, consideradas menos fuertes (por aquello de que jugar con personajes masculinos es más viril y nada más genial que un macho grotesco gruñendo y golpeando hombres en los escenarios más inverosímiles).



El falso acompañamiento: Los Nachos Progres

Se supone que los nerdos están interesados en acompañar la lucha feminista, porque la encuentran “razonable y progresista” aquí se ubican los nachos progres que en el afán de incluirse en la colada se autodenominan aliados, pero su apoyo no trasciende de las consignas. En las series mencionadas, se habla en alguna oportunidad de incluir mujeres en ciertas áreas, pero jamás les preguntan qué quieren, cómo se sienten y si están cómodas en la relación. Muestra de ello son los episodios de The Big Bang Theory donde las mujeres incorporadas a la serie (tiempo después, y de manera secundaria) se cuestionan el tipo de relación que tienen. En más de una ocasión Amy Farrah Fowler intenta abandonar a Sheldon por su actitud déspota, un imbécil a quien se le tolera todo porque es un genio y de paso se le infantiliza: se le trata como el pobre niño genio cuyo peso recae en quienes le rodean, volviéndose una carga que debe ser “orgullosamente” llevada.

Si recuerdan el episodio donde aparece Ramona, una chica universitaria que llega a ser novia de Sheldon, lo idolatra de manera ridícula, le impide reunirse con sus amigos porque debe enfocarse en la ciencia (mientras le limpia las uñas de los pies o le organiza el tiempo) es decir, Ramona es la cuidadora que necesita todo genio, porque ¿cómo resistirse?, ¿les suena a una historia parecida? Se las recuerdo: Jane Wilde Hawking, a quien el mundo solo recuerda como “la primera esposa de Steven Hawking”. No pudo dedicarse a su carrera por cuidarlo y dedicarle su tiempo entero. Esto se difundió con la muerte del genio (de quien se sabe era malhumorado y la trataba mal constantemente) pero qué va. El rol de cuidadoras abnegadas, sin proyectos ni espacio personal no debe ser cuestionado.

Los nerdos y los privilegios

Muchos de ellos son hombres blancos y privilegiados, también están los que pertenecen a alguna “minoría” por tener raíces hispanas o indias (Rajesh) o religiosas (Howard). A propósito, a estos últimos en varias ocasiones se les asocia de forma burlesca como pareja gay, porque el privilegio heterosexual es socialmente aceptado tanto en la televisión como fuera de ella. En un episodio en particular se les ve hablando de vivir juntos en caso de que la relación de Howard y Bernadet no prospere. La serie intenta dar asomos de progresista, pero todo lo hace desde el humor más comercial y homofóbico.

Colofón

Los nerdos no quieren vengarse de sus abusivos, ni del sistema, ni de sus padres por haberlos criado así. No. Ellos quieren desquitarse con las mujeres, quieren demostrar su virilidad puesta en duda acostándose con todas las que puedan, no importa si están ebrias (Rajesh lo hace con una chica ebria en una fiesta y con Penny, en un momento en que ella está deprimida por su fracasada vida sentimental). La fórmula es la misma: aprovéchate. Así que no importa cuántas científicas incluyan en series de esta naturaleza, si siempre les darán los papeles secundarios e históricamente brindados por la sociedad: esposas, madres abnegadas, amas de casa que renuncian a exitosas carreras, neuróticas y princesas que sueñan con que un nerdo las salve.