sábado, 26 de octubre de 2019

El duelo amoroso y la reconstrucción de la autoestima



Todo el mundo está hablando de los dos últimos temas que Selena Gómez (1992) sacó esta semana. Hasta ahora, su canción Lose You To Love Me acumula 62 millones de visitas en Youtube. Mientras que Look At Her Now, cuenta con 34 millones respectivamente. Ganando de esta manera, los puestos #1 y #2 en tendencias de la ya mencionada popular plataforma de vídeos. Pero, ¿a qué se debe que se hable tanto de ello? la respuesta más inmediata es fácil de entrever: el chisme. La segunda, que es la que me interesa abordar en esta ocasión, es el proceso de superación de una relación destructiva.

Sin tratar de profundizar la vida de esta cantante, que apenas conocemos por lo que cuentan los tabloides, es que con estas dos canciones decidió cerrar un capítulo doloroso con su súper famoso (y también súper odiado, expareja, J.B.) La letra de Lose You To Love Me, cuenta cómo una persona puede llegar a sentir culpa porque la relación termine. Esto hace que el público se identifique y también preste atención a estos comportamientos normalizados en relaciones afectivas: baja autoestima, dependencia emocional, depresión, sentimiento de inferioridad, que muchas veces se cree, son "necesarios" porque el "amor duele". Y no. La verdad es que tenemos una noción terrible del amor, donde participan los discursos hegemónicos, tanto de parte de los Medios de Comunicación, como de la iglesia, donde, principalmente, la mujer debe asumir estos sentimientos en silencio porque pedir ayuda es tachado de drama o exageración.

El amor romántico está presente desde que se nos enseña que creceremos para formar una relación y que vas a sufrir, como diciéndote que el amor es dañino pero necesario. Nunca se nos habla de responsabilidad afectiva o señales para detectar cuando estás en una relación violenta. Por eso muchas mujeres tardamos años en liberarnos de esa persona que nos lastima. En este punto, nadie tiene derecho a obligarte a "acelerar" tu proceso de sanación. Cada quien se repone a su ritmo, sin importar si son años, pues nadie canaliza ni asimila las cosas de igual forma. Esto responde al proceso de duelo que solo esa persona podrá llevar a cabo. Los demás pueden estar ahí, animándote, pero no dictándote cuánto tiempo debes necesitar para sanar.

Digo todo esto, poniendo el ejemplo de Selena Gómez, para ilustrar de mejor manera. Muchas personas han criticado el tiempo que le tomó hablar públicamente de cómo se sintió después de terminar con una pareja de años. Cuando lo único válido acá es apreciar la evolución emocional y mental de los últimos años: de una chica que suplicaba amor en canciones como The Heart Wants What It Wants (2013) a estos últimos dos temas musicales, donde reconoce que muchas veces ignoró el maltrato por amor (pero romántico, claro está). 

La reconstrucción de la autoestima tampoco es algo que se haga de la noche a la mañana. Cada una sabrá cómo y cuánto le tomará hacerlo, por ello no son justos los comentarios que achaquen a una persona por no sentirse bien consigo misma en un período que otra ya lo habría hecho. Recuerda que la autopercepción también varía y si constantemente te ves atacado con opiniones como "qué tonta,¿cómo pudiste aguantar tanto?", solo aumentamos la vulnerabilidad, además, eso es revictimizar, es decirle a esa persona que todo pasaba porque ella no "quiere" liberarse. El tema es más complejo de lo que se ve. Una víctima de violencia no habla porque "no quiere", habla cuando PUEDE y se siente LIBRE Y SEGURA de hacerlo. También existen muchos casos donde la violencia está tan normalizada que la víctima ve a su agresor como dueño, debido, precisamente, a que su autoestima y autopercepción están minimizadas. Así que no podemos juzgar a una persona desde nuestra comodidad, aún más cuando no se conoce bien la situación o se ha vivido violencia machista.

Volviendo a Selena, algo positivo que debo agregar es que ella instó a sus seguidores a no atacar a la esposa de su ex, Hailey Balwin, puesto que estaba recibiendo muchos comentarios ofensivos en redes sociales por lo que, se cree, era la respuesta de ella ante los vídeos de Gómez. Este acto sororario es importante en esa industria que promueve el odio entre las mujeres. 

Por ahora, solo me resta desear que esta nueva ola de intérpretes femeninas con canciones que aluden al empoderamiento de la mujer, produzcan música con la intención genuina de ayudar a otras jóvenes, en especial a adolescentes que, sin herramientas emocionales ni apoyo adecuado, están en medio de relaciones violentas o en proceso de sanación. 

No puedo saber si estas cantantes lo hacen con perspectiva de género o solo porque el Girl Power está siendo aprovechado (a nuestro pesar) por el capitalismo. La respuesta solo el tiempo nos lo dirá, por el momento, deseemos buenas vibras a las mujeres de la escena msuical, puesto que no podemos negar que las famosas llegan a ser referentes de niñas y adolescentes, y reflexionar sobre estos hechos puede ayudar a una mejor comprensión de conceptos como sororidad y amor propio (del que se cree, hablan las ya muy mencionados canciones de Gómez)

viernes, 16 de agosto de 2019

Películas sobre los peligros de internet para las niñas y jóvenes


El internet forma parte indispensable de nuestros días. Desde una llamada, un correo electrónico o un simple mensaje en redes sociales. El problema aquí es que este recurso está a disposición de chicas, menores de edad, que no cuentan con las herramientas emocionales suficientes para establecer vínculos con desconocidos en línea. Estas tres películas tienen en común a jovencitas cuyas vidas se vieron afectadas por internet. El objetivo de este post es que podamos reflexionar sobre los peligros a los que se exponen las jóvenes y lo urgente que resulta hablarlo con las muchachas de nuestros entornos. Si conocen alguna de estas películas, pueden recomendarla a otras mujeres para que el debate siga y llegue a más jóvenes.

Hard Candy (2005)
Esta es una película considerada de culto debido al tratamiento del tema. Hayley, la protagonista, decide conocerse con un hombre joven con quien ha estado chateando las últimas semanas. Él la lleva a su casa con la excusa de mostrarle un disco de música, pero el giro de la película es que Hayley no es para nada una tonta. Ha planeado que en esta reunión vengará la muerte y desaparición de una chica de su escuela que, según ella, fue raptada por este hombre. 

A pesar de lo fuerte que resulte el contenido, la reflexión que nos ofrece esta película es que, los acosadores en línea están siempre en acecho, en busca de chicas con inseguridades para aprovecharse de ellas. Lastimosamente no todas las jóvenes (o inclusa las adultas) tendremos la valentía de Hayley, puesto que en la vida real, de vengarnos de un tipejo como este, la ley con su lógica patriarcal solo vería como importante su asesinato y no todo el daño que un depredador sexual como él ha hecho.



Trust (2010) 
Annie es una jovencita de 14 años con una vida tranquila hasta que decide conocerse con un hombre que aparentemente tiene 25. Al verlo por primera vez en el centro comercial donde han pactado reunirse, descubre que en realidad es un hombre de al menos unos 40 años. Ella, desilusionada, rompe a llorar, pero él, experto en estas situaciones la convence de que no hay nada malo que un hombre de su edad pueda estar "enamorado" de una chica; usando la inseguridad que siente Annie de su apariencia, la lleva a un motel donde se acuesta con ella. Su mejor amiga la obliga a contarle qué le ocurre, puesto que ya no es la misma chica de siempre. Sin saber cómo ayudarla, le cuenta a la directora de la escuela quien la pone en contacto con la policía y esto pasa a ser un caso federal. Ahora están en busca de un violador de jovencitas, que, según el FBI, se mueve por todo el país con este método de engaño.
                                                         

Share (2019)
Esta es la sugerencia de película más actual que tenemos. En ella encontramos a Mandy, una chica deportista y amante de las fiestas, quien ha despertado inconsciente en el patio de su casa sin saber cómo llegó ahí. La mañana siguiente recibe mensajes donde le comparten un vídeo donde se observa a unos chicos de su escuela burlándose de ella porque está inconsciente debido al alcohol. En él, se les oye hablar de abusar de ella, pero Mandy no recuerda nada de esa noche. El vídeo se vuelve viral en la escuela y deciden expulsarla porque según la directora, "distrae" a todo el mundo de sus actividades. Buscan ayuda en las autoridades quienes logran muy poco debido a que las evidencias en los teléfonos de los involucrados son nulas. Destruida, piensa incluso, en cambiarse de ciudad y comenzar de cero. En un último aliento, asiste a su baile de graduación, con un caso sin resolver y a la mañana siguiente recibe un mensaje de un chico que era amigo y pretendiente que cambia todo lo que ella creía estar superando.



Ojalá estas recomendaciones nos sean útiles a todas, sabemos que nadie está exenta de caer en estas trampas, pero sí es nuestro deber volvernos más cautelosas, dudar, no permanecer en una conversación que nos ponga incómodas y tampoco aceptar conocer a alguien solo porque nos presiona a eso. Puede parecer algo paranoico, pero les aseguro que estos casos ocurren todos los días y no todos llegan a buen fin. Hay que estar alertas, sobre todo con las menores de edad que inician en el mundo del chat y el internet. Los depredadores sexuales están a la orden del día y solo podemos darles herramientas como la confianza para hablar con nosotras (madres, hermanas o amigas) y buscar ayuda en caso de que conozcamos a alguien que está siendo extorsionada a través de internet.

viernes, 15 de febrero de 2019

Era una cárcel en la que no quería estar más


Acaba de pasar el terrorífico 14 de febrero y nos tiene pensando en cómo todo ese comercio generado en pro del capitalismo, disfrazado de amor, nos mantiene pegadas a la idea del amor sacado de un mal libreto de Hollywood. Pues una manera de combatirlo es reunir testimonios y contrarrestar con la dulce ficción que rodea a todo el tema del amor. Tuve la oportunidad de entrevistar a una amiga, cuya nombre no será revelado por razones de privacidad, ya que si bien ella nos comparte su historia, no desea que se desvirtúe con críticas a su persona y se pase por alto la riqueza de información que tiene todo testimonio de una mujer que sobrevivió a una relación tóxica y siguió adelante. El nombre que usaremos para nombrarla es Sandra B.

P: ¿Podés contarme cómo fue el inicio de esa relación?

R: Nos conocimos en el instituto, por amigos en común. Teníamos gustos parecidos en algunos aspectos, pero la verdad es que no me lo planteé hasta que escuché que yo le gustaba a él. No sé bien si me acomodé a la idea de que por ser justamente él, que era muy popular, yo tenía que aceptarlo porque quedaría como una tonta si no lo hacía. Al inicio fue muy difícil porque a pesar de saber que le gustaba, socialmente le importaba la opinión de los demás y no quería vincularse públicamente con ninguna mujer, ya que se ufanaba de que los noviazgos no eran su prioridad, sino estudiar una carrera universitaria. Este discurso nos tenía a todos muy fascinados, porque a simple vista era el buen muchacho que solo pensaba en estudiar y ayudar a los demás con su profesión. Lo que nadie sabía, y lo vine a saber muy tarde, es que todo esto era, en parte, una representación de su personaje, porque sí es verdad que siguió estudiando, pero luego supe que lo hacía más por estatus que por conciencia social. No sé al final qué lo impulsó pero me propuso ser su novia y acepté.

P: ¿Recordás cuáles fueron los primeros indicios de violencia?

R: Al principio de la relación todo fue muy color de rosa: me llamaba por las noches, me escribía, vino a conocer a mis padres y se mostraba muy interesado en mi familia. Las cosas cambiaron cuando supe que tenía vicios que estaban comenzando a ser muy fuertes. Sus amistades no eran lo mejor, ya que se movía en varios círculos de amigos según sus distintos intereses, empezó a poner nuestras salidas en segundo plano por reunirse con sus amigos a fumar y tomar. Llegó un punto en que no ocultó sus vicios y pareció sentirse orgulloso. Para ese entonces ya habíamos entrado a la universidad y nuestros horarios nos comenzaban a dificultar las salidas juntos. Creo que en ese período los primeros indicios de violencia que tuve fue que me prohibió usar redes sociales, me sacaba a mi ex, como si solo porque él no tenía relaciones previas, yo fuera una mierda por ensuciar su historial al tener un novio anterior. Lo irónico es que siempre se jactaba de que le salían muchas mujeres y yo tenía que estar agradecida porque él estaba conmigo. Yo era muy joven y vulnerable.

P: Imagino que a partir de ahí la relación se volvió complicada

R: Sí, definitivamente. Al prohibirme las redes sociales, me perdía de socializar con mis compañeros de estudios y el primer año de la carrera práctimente lo hice aislada de todo el mundo. Solo tenía una amiga. Yo no lo veía como algo malo, ya que él me decía que las redes sociales eran una pérdida de tiempo, pero pasaba una cosa: él sí podía tener. Entonces lo que concluyo es que quería apartarme de todo mundo, para evitar que otras personas me vieran y principalmente los hombres. Abrí una cuenta de Facebook a escondidas y siempre se dio cuenta. Se molestó muchísimo, después "lo aceptó" pero sus siguiente trampa fue pedirme la contraseña. Accedí por miedo a que afectara mi relación. En un principio creo que tuve la suya pero no lo revisaba ya que no tenía internet. Era irónico. Surgieron las primeras peleas por celos, porque los rumores de infidelidad siempre lo rodearon. Él las negaba rotundamente y yo le creía porque me creía su personaje de hombre encantador, incapaz de joderme. Decidí cambiar mi contraseña y el resto del tiempo que duró la relación ninguno la tuvo porque nos creaba más problemas que soluciones. 

P: ¿Tu familia sabía de todo esto?

R: Supieron de las peleas por los rumores de infidelidad. Hubo casos donde la chica en cuestión quedó como enemiga mía. Me da mucha pena decirlo, pero en ese entonces tenía la mentalidad de que tu pareja te pertenece al grado de que debías defenderla como tal y yo le creía cuando él me decía que eran ellas las que le ofrecían, es decir que siempre se puso como el pobre ciervo caído al que las malas mujeres lo han seducido. En la parte más crítica y difícil de la relación ocurrió que una de sus novias me contactó para decirmelo y yo no podía salir del asombro. Lo dejé y tuve mucha presión de parte de su familia para que lo perdonara. Básicamente justificaron cada uno de sus actos y al sentirme acorralada regresé con la promesa de que esta vez sería distinto. Mi familia se mantuvo pendiente pero no sabía todo lo que me pasaba a totalidad. La violencia física ocurrió esa noche que me pidió regresar, cuando en medio de la discusión me sujetó del cuello y me amenazó de que si llegaba a tener otro novio se vengaría. Me quedé en shock y él cambió rápidamente de actitud, intentando arreglar la escena. Recuerdo que a los días también amenazó con mostrar un vídeo sexual nuestro que era muy antiguo. Creo que recurrió a todas las amenazas posibles y yo volví con él porque me buscaba en todas partes, al grado que su mamá llegó a mi casa con una carta y flores. Mi familia accedió a que regresaramos pero ya nada volvió a ser igual.

P: ¿Cómo lograste dejarlo después de todo ese chantaje emocional?

R: La relación estaba muy gastada. Era una cárcel en la que no quería estar más. Sentía que mi círculo de amigos me había perdido el respeto por regresar con él. Fue muy duro que todos me juzgaran y no me ofrecieran ayuda de verdad. Cuando sos víctima de violencia machista por parte de tu pareja, la gente encuentra más fácil juzgarte que ponerse en tu lugar y ayudarte a salir de esa cárcel. Sentía que no tenía amigos porque los que teníamos en común, decidieron hacerse a un lado y verme como una pobre tonta. Él ya no tenía la misma imagen social y eso era lo único que lo torturaba, aunque en la universidad su círculo de amigos (otros machistas como él) lo comprendían y asolapaban, ya que ocultaron siempre lo de las infidelidad y las mentiras. Algunos fueron más allá e intentaron acostarse conmigo como para jactarse después. No acepté y fue lo mejor que pude hacer. Hubiese sido como entrar a otra cárcel con distinto carcelero. Cuando lo dejé volví a ser acechada por él pero esta vez no cedí. Comenzaba a leer sobre feminismo y me aproximé a los primeros textos que hablaban de relaciones tóxicas, quizá no llegaban en el momento adecuado pero sí a tiempo.

P: ¿Qué le dirías a tu yo de ese entonces?

R: Me diría que merezco algo mucho mejor que lo tenía con él y que el feminismo tiene respuestas para todo lo que me pasaba aunque en ese momento no comprendiera la gravedad de las cosas. Me hubiese gustado que alguien me mostrara toda la información que ahora manejo sobre celos, posesividad, violencia de género y amor romántico. Por eso veo necesario que el tema del noviazgo se aborde desde la niñez para advertir que no es como te lo pintan y que no debés soportar nada solo porque tenés miedo a la soledad. Venimos de una crianza machista muy nociva donde todo lo relacionado a parejas se aborda con culpa, verguenza y miedo. Te instalan en la cabeza que vas a sufrir, como si fuera algo obligatorio e ineludible en las relaciones sentimentales. Te preparan para ser un cordero convencido de que el matadero es precioso, porque venís con el destino marcado.

P: ¿Qué les querés decir a las chicas que inician en feminismo y estén en relaciones abusivas?

R: Lean sobre violencia de género y se darán cuenta que nada de eso es normal. Compartan esa información con otras mujeres de su entorno, tenemos que crear redes de apoyo y advertir de las trampas que el patriarcado ha desarrollado con sus aliados machistas: historias de amor donde el príncipe se convierte en un macho violento que puede llegar a matar si se le antoja. Si estás en una relación donde no te respetan de ninguna forma, andate. Vos sos valiosa y te queremos viva.

#FebreroLibreDeViolencia #PríncipesFeminicidas #ViolenciaDeGénero #TestimonioFeminista

lunes, 21 de enero de 2019

Necesitamos más enfoque de género en las escuelas


Las clases han comenzado. Llegada la hora de realizar el tan ansiado comité de la sección, el grupo se pone ansioso y los primeros nombres en ser propuestas para liderar al salón son puros varones. No está mal si la idea es acercarlos a la importancia de la democracia, pero hace falto algo. La democracia no puede existir plenamente si solo está compuesta por hombres. Las tareas dadas a las chicas del salón son las tradicionales: secretaria, quizá síndico (porque en el fondo implica cuidar), o con suerte una vicepresidenta. Esa "a" final es motivo de dudas. Conviene hablar un poco de porqué es válida, según cierta institución, pero que en el fondo a ellos, a los varones del grupo y de la tal institución no les importa. Celebrar la democracia escolar, pero rápidamente otro problema arruina la paz: los comités grupales están conformados muy a la vieja usanza: los niños en el comité de deportes y las niñas en el social. 

La decoración del salón cae en manos de las niñas. Asumen la responsabilidad, jubilosas, a pesar de saber que harán todo el trabajo para que los niños también gocen de ese salón decorado. La limpieza se asigna a todo el grupo pero los niños hacen las menos pesadas porque no pueden perderse el receso. El fútbol es todo o nada. Alguno que otro sí se queda a hacer lo suyo, tanto porque no le gusta el fútbol, como por hacer compañía (quizá cortejo) o porque no encaja en las típicas actividades que hacen sus compañeros. Incomodidad total para las niñas que deben ser siempre abanderadas del orden, la puntualidad y la responsabilidad. Si una hace mucho ruido con su risa o sus opiniones, seguro está loca o solo quiere atención, porque la elocuencia no es de mujeres. 

El patio es un terreno minado. Si los niños juegan fútbol, y tú, niña despistada, pasas demasiado cerca será tu culpa que el balón te lastime. Ellos no te pedirán perdón porque las niñas deben estar sentadas, en actividades más tranquilas como conversar con las amigas, dibujar o comer. Si un niño hace todo esto en compañía de niñas, inmediatamente es enemigo del grupo masculino. Los hace quedar mal. Trastoca alguna parte que debe ser bloqueada con pensamientos agresivos por lo que recurrirán a la violencia física o a la humillación. 

Para las fiestas las niñas deben ir lo más recatadas posibles. Tratarán de impresionar a las demás, pero tienen muchas inseguridades sobre su cuerpo y su apariencia. No saben cómo decírselo a sus padres porque creen que las humillarán o simplemente no tienen para comprarle algo bonito. Habrá profesoras que harán comentarios machistas, porque existen, a nuestro pesar, pero si la niña ya viene con esa confianza de casa, no le dará importancia. De lo contrario, será una cicatriz emocional muy fea.

Si se conforman parejitas en el grupo, la criticada será la niña. Esa perversa-curiosa-calientahuevos. A ellos se les aconseja que deben ser más discretos, a ellas se les tacha de despertar pasiones. La directora habla con ella usara frases como "darse a respetar", a él le dice "que los hombres deben ser más enfocados en sus estudios". Si él comparte los nudes de ella, se cuestionará la moral de la chica, con una clara advertencia de que su vida está arruinada y de que si quiere seguir ahí, debe, prácticamente hacerse invisible y no volver a ser vista con otro hombre. El repartidor de las fotos, se ríe con sus amigos porque además de amenazar a la chica y que esta sea señalada por todos, él no pagó las consecuencias de su acción. 

Vos sabés que esto es cierto. Vos sabés que todo esto pasa a diario en nuestras escuelas. Algunas docentes tienen conciencia y tratar de apoyar a sus estudiantes, de evitar que los roles de género se sigan reproduciendo. Pero eso no es siempre así, peor aún cuando la escuela tiene una supuesta visión cristiana y la mujer debe ser un estatua inanimada al servicio de su marido. Más grave aún cuando el director les dice en el culto juvenil que las mujeres serán esposas y ellos serán empresarios exitosos.

¿Te has dado cuenta de que la escuela solo reproduce los roles de género y que tus hijas e hijos están ahí consumiéndolos? y con ello no me refiero a privarles de la educación, sino de ser más cercanos a ellos, de saber qué patrañas sexistas y otras barbaridades les meten en la cabeza ¿o quieres que tu hija desee a ser mujer sin sueños ni proyectos?, ¿o que tu hijo sea un macho violento, homofóbico e incapaz de doblar sus propios calcetines?. Recuerda que la verdadera educación inicia en casa y que la escuela, puede estar siendo un calvario para tus hijas si sufren de bullying, por su apariencia o por sus intereses personales. Tu hijo puede estar siendo presionado por sus amigos para que haga cosas que no desea como irse de pinta, hacer alguna broma a un profesor o besar a la fuerza a una niña.

Necesitamos más enfoque de género en las escuelas. A los gobiernos no les interesa implementar programas de estudio que rompan con la visión patriarcal de «enseñar/ aprender» ni las capacitaciones para que el profesorado identifique comportamientos sexistas, homófobos y racistas, y tenga las herramientas para erradicarlos en sus salones de clases.

Todas podemos colaborar, ya seas maestra, madre, tutora, vecina, tía o conocida. También pueden apoyar hombres con interés genuino, como padres o tíos en proceso de deconstrucción constante, principalmente para trabajar en la práctica de una masculinidad igualitaria con sus hijos o sobrinos,  porque el futuro es demasiado tarde. Esto es para hoy y nos urge a TODAS/OS