martes, 14 de junio de 2016

Sami Arizabaleta: Lesbofeminismo y raza.

Hace aproximadamente dos semanas tuve el placer, de hacer una breve entrevista a una amiga de la red social facebook, sobre su lucha feminista, aunada a su raza y orientación sexual. La entrevista a Sami, sigue recordándonos por qué es necesario poner en punto de discusión, de encuentro -e incluso desencuentros- el tema, y ante la tragedia ocurrida en Orlando, EEUU, a seguir insistiendo en el respeto por la vida, la orientación sexual y los derechos humanos.

Entrevista con Sami Arizabaleta:
Lesbofeminista negra. Estudiante en la Universidad del Valle; sede Meléndez, en Santiago de Cali - Valle del Cauca, Colombia. Especialidad: estudios políticos y resolución de conflictos.


FR: Tu acercamiento al feminismo.

Mi cercamiento al feminismo viene desde mi adolescencia, cuando quise ser monaguilla, en las misas católicas salesianas de mi colegio y me dijeron que las niñas no podían hacerlo. Entonces empecé a cuestionar el papel de las mujeres en los diferentes espacios que conocía: la casa, el colegio, los grupos juveniles y mi barrio. Los cuestionamientos fueron después con las personas con las que me relacionaba, para mí no era comprensible ese lugar que se le quería dar a las mujeres de princesas, madres o hijas. Desde ese momento, no he parado de preguntarme todos los días ¿por qué a las mujeres se les subvalora? ¿por qué algunas mujeres no captan inmediatamente esa subvaloración? ¿qué puedo hacer?

FR: La búsqueda de tu identidad sexual.

la búsqueda de mi identidad sexual, está aún en ese camino. Puedo decir hoy, que soy una mujer no heteronormativa, que vive su sexualidad lésbica con la libertad que me brinda el sentirme dueña de mi cuerpo y responsable de mis decisiones. El definirme como una mujer diversa sexualmente, fue y es parte del descubrimiento personal de mis gustos y preferencias en el terreno sexual. Esta aceptación llegó después de un gran quiebre emocional, que me obligó a asumir una postura de vida. Pues, aunque aconsejaba seguir lo que se quiere y hace sentir bien a otras mujeres, en lo personal me limitaba por temor a perder un supuesto reconocimiento y lugar social. Pero, un día después de la gran ruptura, dí el paso que me trajo hasta el lugar donde estoy hoy.

FR: Feminismo y lesbianismo.

No lo llamo lesbianismo, pues ese término se utiliza para calificar de enfermedad, a los deseos eróticos- afectivos entre mujeres. (Prefiere no heteronormativa).

El trabajo en ambos frentes es complicado a veces, ya  que algunas mujeres que dicen ser feministas, chocan con las mujeres diversas sexualmente, ya que las ven como una amenaza a lo que han conseguido en las luchas sociales que hacen. La mujeres lesbianas que conozco y yo - claro está- asumimos el activismo lesbicofeminista desde el reconocimiento de la libertad e importancia de manejar, recibir y dar placer a través de nuestro cuerpo.

FR: Perspectiva sobre el feminismo lésbico frente al heterofeminismo.

El choque que veo entre feministas heterosexuales y lesbianas, lo veo en el hecho de que las lesbianas siguen siendo vistas como transgresoras de una normalidad, una heteronormalidad de la cual las feministas hacen parte. Además, algunas se rehúsan en ocasiones, a que lesbianas hagan parte de sus luchas, pues en algunos círculos las feministas son equiparadas a las lesbianas y ellas, las feministas heterosexuales, no quieren ser vistas así. Estas afirmaciones las hago partiendo de lo que he escuchado de ciertas feministas colombianas que critican la lucha lésbica.

FR: Feminismo y raza: perspectiva frente al feminismo 'blanco' y la identidad racial.

El feminismo blanco o mestizo, tiene diferencias en sus luchas generales con el feminismo negro. Cuando el feminismo como movimiento empezó, las mujeres estaban unidas bajo el postulado de ser reconocidas como sujetos políticos, seres iguales y con capacidades. En un momento histórico, principalmente en América, el feminismo se distanció, pues las mujeres negras se encontraron en la disyuntiva entre luchar por las causas de TODAS las mujeres, sabiendo que ellas, las negras, eran vistas como inferiores, o unir esfuerzos en la lucha por las libertades y derechos de las personas negras. Aquí, se configuró una diferencia entre "soy mujer, pero también son negra, ¿qué pesa más, mi género o mi raza" pero, algunas olvidaron que tienen una doble condición, son mujeres y  negras.

FR: ¿Es posible conciliar todas estas luchas: feminismo, diversidad sexual y raza?

La conciliación de las luchas claro que es posible. Lo importante aquí es cómo se hace. En el tema de la raza, ser negra y lesbiana es visto como una abominación, donde se desdibuja la imagen de la mujer negra, sexual  y sensual que se creó. Y con la lucha feminista está el asunto de no querer ser vista como lesbiana, y las luchas internas de clase que se dan al interior del movimiento, pues no quiere ni lucha por lo mismo una mujer latinoamericana que una europea, una mestiza, una negra o indígena. Ahora bien, las lesbianas luchan por encontrar un lugar en el mundo, un lugar al lado de su género e independiente de su opción sexual.

FR: Activismo feminista y LGTBI en redes sociales.

Las redes han servido para reconocer y unir luchas entre mujeres diversas, en pensamiento y obra. Mi aproximación a muchos temas feministas se dio gracias a las redes. Pero, el activismo en redes puede convertirse en ligero ya que no involucra un intervención personal- física dentro de los espacios. Es una herramienta útil que aún se está desarrollando y a la cual le espera un futuro prometedor.

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Si bien la subordinación, opresión e invisibilización de la mujer es una condición universal e histórica, la especificidad de la lucha de la raza negra y la diversidad sexual, son factores que tienden a fragmentar una lucha común: la igualdad. Si la condición de mujer, representa un estigma social, imaginemos además, lo que significa ser negra y pertenecer a la diversidad sexual. Pero como propone Sami, no se trata de luchar por fragmentos, ni dividir a la persona según las variantes que constituyen su ser, es posible unificar luchas, sin renunciar a la consciencia de género, identidad racial, y orientación sexual.

El feminismo actual no debe perder de vista que parte de sus luchas son precisamente esas: descentralizar el feminismo occidental, visibilizar la diversidad sexual y establecer alianzas con otras propuestas como el feminismo indígena, comunitario, ecológico, racial y el perteneciente a la era digital, el ciberfeminismo. Los opresores son comunes: el patriarcado y el capitalismo, es contra ellos que se levantan todas estas luchas, que persiguen una transformación social. Negarnos a participar en ellas, es como he dicho antes, estar de acuerdo con los opresores. Sigamos visibilizando luchas, que como la de Sami, empujan a no desistir.

*Más sobre ella:

Trabaja en una Fundación Afrodescendiente por las Diversidades Sociales y Sexuales - SOMOS IDENTIDAD. Es una agrupación de personas negras que trabaja tres ejes: Género (nuevas masculinidades y feminidades), identidad étnico-racial y diversidad sexual. Realizan encuentros y círculos de formación con estos temas en busca del autoreconocimiento y reconocimiento en los ejes arriba descritos. También asesoran para ingreso a la universidad del valle. Su cargo es secretaria general y lleva la linea LBGTI con personas negras.

También ha trabajado el tema de hombres trans. Con algunas personas sobre todo mestizas, ya que el tema es poco conocido entre la comunidad LGTBI negra o no es muy difundido en el caso de los hombres.

Ha participado en encuentros sobre diversidad sexual y empoderamiento afro. El tema feminista lo aborda desde el colectivo de su círculo de formación.

jueves, 2 de junio de 2016

Amiga de homosexuales ¿por qué los defendés?


De un tiempo acá se ha ido haciendo bastante agotador y ridículo incluso, tener que dar explicaciones de por qué me junto con homosexuales y más gravemente por qué apoyo su causa.

La verdad no hay explicación más sencilla que esta: son seres humanos con capacidades incluso, mayores que las del heterosexual promedio, con sueños como cualquier otrx, gente que merece respeto, trato igualitario, trabajos dignos donde su orientación sexual no sea motivo de despido, llamados de atención o menosprecio.

Que he requerido tiempo y empatía para comprenderlos, sí. Y bastante. La identificación con la comunidad LGTBI, no nace de la noche a la mañana. Ver y escuchar cómo gente heterosexual, cristiana y con privilegios de género los excluye, te hace pararte en seco y decir ¿qué carajos pasa? ¿solo por ser heterosexual y cisgénero no debo involucrarme en la lucha política que están desarrollando todxs ellxs? Hay que involucrarse. Y no por lástima ni sentido común errado, porque el sentido común engaña, por venir de lo socialmente dicho y enseñado. Hay que ir la raíz del hecho, explorarse incluso, una misma y reconocer, que si bien sos heterosexual, blanca, delgada, preparada, urbana, lo que sea, esas características no te hacen, ni mejor persona, ni te exoneran de reivindicaciones necesarias para todo sujetx social. Implica examinarse a sí misma, para ver en qué medida tu situación se parece o no a la suya. Partir de las diferencias para crear una empatía real. Porque ni el feminismo ni la comunidad LGTBI buscan ganar adeptxs con lástima o con patrañas. Eso lo vende la religión en el afán de ganar almas, para sitios imaginarios después del último aliento.

Tengo amigxs cercanxs a la comunidad. He oído sus historias. Partes quizá, lo que han tomado a bien contarme. Porque excavar en la gente es delicado. Pero con lo poco que me han confiado he tratado de comprender su visión de mundo. Los admiro, vaya que sí. Han arremetido contra familia, contexto e incluso con gente que ni se imaginaban. Con ataques anónimos por redes, acoso callejero, murmuraciones de un pueblo que, culturalmente deja mucho que desear. Solo por no encajar con los patrones socioculturales y de género.

También me he ganado enemistades por hacer activismo en las redes. No me detienen. Internet es la nueva plataforma política. Depende de cómo y de qué contenidos llenemos miles de páginas o nuestros mismos perfiles personales, para generar duda e incluso "incomodidad" en los cercanos y ajenos. El tema LGTBI no desmerita entrar como tema de debate en internet. Hay que apropiarse de internet para desmitificar, subvertir y exponer estos temas, que son parte de las luchas sociales actuales. El feminismo se une a la causa, porque considera indisoluble el género y la diversidad sexual. De hecho, parte de las luchas del feminismo actual (3era ola como se le llama) es reivindicar la comunidad LGTBI, compartiendo su derecho a la visibilización, y encontrándose en situaciones de subalternidad similares. Similares porque cada quien desde su experiencia, ha vivido, asimilado y defendido, desde sus posibilidades, su sexualidad convirtiéndola en una lucha política personal.

No es para menos entonces, que me resulten machistas u homofóbicos, los comentarios reprochándome mi cercanía, y de cierto modo predilección por personas de la diversidad sexual. Puede que nos una el sentimiento de lucha política, la insatisfacción por un sistema patriarcal, el lenguaje exclusivo e hiriente, la subestimación por nuestro género, o quizás, solo nos unimos porque somos seres bio-psico-sociales como cualquiera, que encuentra un alma confortable y decide quedarse ahí.

No se trata de apoyar tampoco por moda. Verá usted, que hay temporadas en redes, donde desfilan banderitas de la diversidad, o puños púrpuras, llamando a la unión, al respeto, pero que en esencia, no se han empatizado con la causa. Claro. En redes el rating cuenta. Pero hacer mal activismo por rating es estúpido e incluso cruel. Se necesita valor para asumir lo que somos públicamente porque desde luego, la opinión pública, hiere. Aún así no es justo callarse o negar lo que somos por guardar 'el qué dirán' callarse, es de cierto modo, estar de acuerdo con los opresores.

Por ello, repudio el mal activismo. La cuestión por moda. Nos volvemos tambores. Ruidosos y huecos. Hay que saber de dónde partír, recurrir a los orígenes, a los estudios previos, para incluso, saber en qué fallamos y cómo solventarlos. Ni el feminismo, ni el activismo ni la diversidad son moda ni cuestión de 'actitud' es el mismo fenómeno que ves en militantes de ciertas ideologías partidaristas, que reparten volantes (y atalayas, por qué no) pero no saben por qué luchan. No necesitamos posers, impostores. De esos está bastante lleno internet. Sí necesitamos gente más cuestionadora, y que no parta de las vísceras o moralismos añejos para tratar de sabotear la lucha. Hay quienes llamándose intelectuales, desprecian las luchas colectivas. Vamos, humanoides, nadie es una isla. No podemos negar nuestra naturaleza de seres colectivos. Un supuesto pesimismo, basado en propuestas filosóficas decimonónicas, no cuenta.

Este blog, es para mis amigxs de la comunidad. Revisando sus historias, he hallado heridas comunes. Pero también hallé mucho coraje. Valor, para seguir en la dispocisión de imponer y expresarse como son. Con la justa certeza de ser fieles a ustedes mismos. He aprendido de ustedes y lo sigo haciendo. Reconozco que mi proceso de acercarme al feminismo, y de seguir creciendo en él, es gracias a la perspectiva única que te da tener una sexualidad alternativa. Quisiera exponer acá sus historias, pero desde el anonimato, los apoyo. Y les agradezco por ser parte de sus vidas y sus luchas.